DESECHO CERO 101

¿Qué es?

 

El modo de vida «desecho cero» es la decisión de vivir una vida más sostenible. Consiste en tomar conciencia del efecto de nuestras elecciones y compras en el medio ambiente y empezar a adaptar nuestra vida para reducir progresivamente nuestro impacto en el entorno.

 

Este término se basa en la lógica de las seis «R» : Reducir, Rechazar, Reciclar, Reutilizar, Recuperar y Reparar.

¿Por qué adoptar un estilo de vida de «reciclado cero»?

 

  1. Para evitar el desbordamiento de los vertederos: En muchos países, los vertederos están ya al borde del colapso!! Ya no sabemos dónde depositar nuestros residuos. Países como Estados Unidos, Canadá y varios países europeos están pagando a otros países para que se lleven sus residuos y los contaminen. No tiene sentido, ¡tenemos que dejar de producir tantos residuos!

 
  1. Para evitar producir microplásticos: desde 2015 se han producido más de 6.900 millones de toneladas de residuos plásticos (alrededor del 9% se recicla, el 12% se incinera y el 79% se acumula en vertederos o en la naturaleza). El plástico, en particular, se transforma en microplásticos y acaba en la cadena alimentaria. Los microplásticos ya se consideran un problema de salud pública, ya que se pueden tener efectos negativos sobre la salud y contribuir al aumentos de enfermedades cronicas.

 
  1. Proteger los entornos naturales: todo lo que nos afecta a nosotros también afecta en gran medida a los animales y a la vida salvaje, y los entornos naturales están desapareciendo. Menos residuos significa menos contaminación. Reducir el uso de plástico y otros materiales no biodegradables evita la contaminación de océanos, ríos y suelos.

 
  1. Para evitar el desperdicio de energía y recursos. El objetivo es tener el menor impacto posible en el medio ambiente.

 
  1. Para mejorar la salud personal: Por extraño que parezca, un estilo de vida de cero residuos puede ayudarnos a mejorar nuestra salud al utilizar productos menos procesados y con ingredientes mas naturales.

 

 

 

Nuestras decisiones tienen un impacto. Ya sea para bien o para mal.

Lo más importante no es aspirar a la perfección, sino a la reducción ya que los mejores cambios son los que son sostenibles y duraderos. Así que tenemos que encontrar entre todas las cosas que podríamos cambiar cuáles son las más fáciles y las que encajan mejor con nuestro estilo de vida y empezar por ahí. 

Cómo empezar: